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Ajuste de expectativas para evitar la frustración.

Ajuste de expectativas para evitar la frustración.

¿Habéis hecho la lista de buenos propósitos para el año nuevo? Venía pensando en ellos cuando he concluido que casi siempre es necesario hacer una reformulación. Si vemos que algunos objetivos no se van a poder cumplir, pero no queremos quitarles mérito a los que sí, tenemos que moderar nuestras exigencias. Una forma eficaz de no dejar que las frustraciones nos tumben es redefinir lo que esperamos de los hechos que ocurren en nuestras vidas y que nos producen esa decepción, desencanto, malestar o pena. Este cambio en lo que inicialmente tenemos previsto y lo que finalmente aceptamos también nos puede servir para atajar los problemas antes de que ocurran, o antes de que nos resulte inevitable definirlos como tales. ¿Pero cómo hacemos esto? Pues realizando un ajuste entre las expectativas que teníamos antes de que ocurriera el evento en cuestión y lo que realmente ha resultado. Esto, en realidad, es algo que hacemos continuamente en la vida, y nos sirve para adaptarnos de la manera más óptima posible al resultado real de los acontecimientos… y seguir siendo felices, a pesar de todo. A veces lo hacemos de forma automática, sin darnos cuenta, porque de alguna forma vamos a lo práctico e intuimos que nos será útil cambiar el chip para no desanimarnos, alcanzar nuestros objetivos o disfrutar más de la vida. Otras veces nos supone un esfuerzo para el que parece que no estamos preparados. Ejemplos de situaciones cotidianas que requieren un ajuste de expectativas serían: -Para un día que esperábamos que fuera bien y ha sido difícil. Es fácil que tengamos la tentación de pensar “qué desastre”,...
¿Tenemos capacidad multitarea?

¿Tenemos capacidad multitarea?

“Hay tiempo suficiente al cabo del día para cualquier cosa, si haces una a la vez, pero no te alcanzará el resto del año si hicieras dos cosas al mismo tiempo.” “La atención tranquila y clara hacia un objeto es una cualidad de un genio importante; como la prisa, los movimientos bruscos y la agitación son los síntomas de una mente débil y frívola.” (Chesterfield) Cuando se le preguntó a Isaac Newton sobre su talento natural, respondió que si hizo tantos descubrimientos se debió a que “era paciente cuando ponía atención”. William James escribió extensamente sobre las variedades de atención humana. En “Los Principios de la Psicología” (1890) nombró como “oscuridad caótica sin forma” las mentes de las personas que eran incapaces de poner atención. La capacidad multitarea se refiere a la supuesta capacidad de desarrollar simultánea y eficientemente varias actividades de cierta exigencia cognitiva. Es un mito surgido en la era industrial consistente en hacer creer a la gente estresada que la multitarea la hace más productiva, eficiente y eficaz. Pero la investigación al respecto indica que el hecho de que se sientan a gusto algunas personas haciéndolo así no implica que no haya un sobreesfuerzo y que la eficacia sería mayor con ambas tareas por separado. La multitarea la podemos encontrar fácilmente en la vida cotidiana: un adolescente que mira la tele mientras hace los deberes y chatea por el whatsapp; una persona que plancha mientras escucha música y vigila al niño; o el empleado que lee el correo mientras habla por el móvil, y a la vez revisa la agenda. Si echamos un vistazo a la investigación, ésta...
¿Para qué tanta prisa?

¿Para qué tanta prisa?

“Para alcanzar una fecunda vida, es menester vivirla despacio”. Cicerón. “-¡Hey, Mar, tía, cuánto tiempo!… ¿Cómo estás? -Muy bien, muy bien, la verdad es que no paro… voy de cabeza, llevo mil líos y no tengo tiempo ni para contestar a los mensajes del móvil… Pero lo prefiero así, ¿sabes? -Cuánto me alegro por ti. Ya le contaré a Pedro que vas a tope y te va muy bien. Te llamo prontito y quedamos, ¿vale? -Vale, a ver si me organizo y puedo hacer un hueco.” Esta es una conversación real oída a dos personas hace poco. Es muy probable que os suene familiar en los tiempos que corren. ¿Os habéis fijado que el dato de ir muy liada y acelerada es sinónimo de lo bien que le va a alguien? En el mismo sentido, también oí cómo una madre llamaba a las amigas de su hija “desocupadas” con connotación peyorativa. Decía “no vayas con ésas, que son unas desocupadas”. Desde mi punto de vista, la primera conversación tiene dos interpretaciones: 1) Si la persona que va liada está tremendamente ocupada en asuntos que le satisfacen, sarna con gusto no pica: estará contenta de tener su agenda llena. 2) Pero si los mil líos que lleva entre manos le quitan tiempo y energía que siente que podría emplear mucho mejor de otra manera, entonces es probable que vaya agobiada y que sufra desbordamiento y estrés. Creo que de alguna manera hemos permitido que se imponga la costumbre de considerar algo muy bueno el hecho de ir de cabeza, volando a todos lados. Es como una buena señal, que da...