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Es importante que nos premiemos.

Es importante que nos premiemos.

Alfredo ha estado más de un año preparando una oposición y ha aprobado. Cuando se ha enterado, se ha ido con su pareja a la agencia de viajes a buscar uno muy especial. Han elegido un par de semanas en Canadá. Será una buena forma de celebrarlo. Teresa ha encontrado trabajo después de dos años y ha decidido permitirse algunos caprichos y hacer muchas de las cosas que no hacía por no gastar dinero: comprarse ropa y algún collar, ir a la esteticién, cambiar la decoración de su casa, salir a cenar y al cine de vez en cuando… Luis ha tenido una buena semana. Se ha esforzado y ha cumplido sus objetivos. Llega el viernes y ha decidido desconectar y darse caprichos. Saldrá de cervezas con amigos, verá una peli para la que no encontraba el momento, se relajará escuchando música y se comprará algo en la fnac. ¿Qué tienen en común Alfredo, Teresa y Luis? Que se han premiado por sus esfuerzos. Cuando tenemos una meta por alcanzar, o simplemente la vida por vivir, con sus momentos difíciles y sus tragos amargos, nuestra intención es buena: disfrutar del camino, aprender durante el proceso y recoger los resultados que van llegando, por pequeños que sean. Pero a veces nos desmotivamos. Después de todo nuestro esfuerzo los resultados no llegan, o nos parece que tenemos más fuentes de estrés que de ilusión, o el camino se hace aburrido y largo. Cuando ocurre esto puede que nos estemos olvidando de algo importante: premiarnos. Celebrar los pequeños avances es importante, nos ayuda a sentirnos reconfortados y eso lo necesitamos para recargar...
Fobia a las “cuquis”.

Fobia a las “cuquis”.

Lorena tiene un miedo intenso a las cucarachas. Cuando alguien siente un miedo intenso o descontrolado a algo concreto, ya sea un objeto, animal, persona, actividad o situación, hablamos de fobia específica.  Aunque “fobia” es un término conocido por todos, no lo son tanto las consecuencias que puede acarrear en la vida de una persona padecer este miedo. Las fobias más comunes son: a ciertos animales, como cucarachas y arañas; a las alturas; a la sangre, inyecciones o heridas; a conducir; a subir en avión; a los espacios cerrados. También hay otras más raras, como a los payasos o a los botones. En realidad, hay una extensísima lista de fobias existentes. Si las viéramos en orden alfabético, hay alrededor de 50 sólo con la letra “a”. Normalmente, como hizo Lorena, las personas sólo van a la consulta del psicólogo cuando este problema les afecta en su vida cotidiana. Cuanto más le incapacite, le limite o rompa su vida normal, más ganas tendrán de superar su miedo. En el caso de Lorena, se encontraba frecuentemente con alguna cucaracha debido a que eran habituales en la zona donde vivía y le daban unos sustos enormes. Lorena realmente creía que no había nada que hacer para solucionar su problema, porque había ido a más. El objeto del miedo, en su caso las cucarachas, se convirtió en algo aterrador y ella sólo podía pensar en evitarlas a toda costa. Cuando estaba en un lugar donde cabía la posibilidad de que hubiera alguna, se sentía en alerta constante y lo pasaba muy mal. Pisarla y tirarla a la basura le suponía una terrible prueba,...