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15 hábitos saludables si te quedas sin trabajo. (I).

15 hábitos saludables si te quedas sin trabajo. (I).

Casi todos nos tenemos que enfrentar al desempleo en algún momento de nuestra vida: los estudiantes que quieren tener algo de dinero para sus gastos; las personas que quieren completar la jornada laboral, en el caso de que trabajen a tiempo parcial, que ahora se estila mucho; o una persona asalariada desde hace veinte años en la misma empresa, que es como su casa, y que se encuentra con que de repente cierra el chiringuito.

Hemos nacido y vivimos en un tiempo en el que el contrato indefinido es una utopía y nadie se jubila en la misma empresa en la que empezó a trabajar. El desempleo se ha normalizado mucho, aunque no sé si se puede decir que más que nunca, porque siempre ha habido en alguna medida.

En situación de desempleo un alto porcentaje de personas vive estados de ánimo negativos y pueden ser presas de gran dolor emocional: frustración, nerviosismo, desesperanza, abatimiento, resignación, ira, sensación de vacío o de fracaso, miedo ante la incertidumbre, pesimismo, o baja autoestima. Esto implica mucha infelicidad. Cuando estas emociones se mantienen en el tiempo, gran parte de estas personas sufren agotamiento emocional y finalmente depresión al ver que no consiguen un empleo.

Aceptar la situación tal cual es y pensar en que siempre se puede hacer algo para cambiarla, es un primer y gran paso en la búsqueda de soluciones. Hemos de buscar alternativas que permitan afrontar la transición con un razonable optimismo aplicado a la vida cotidiana en un ejercicio individual y social de creatividad. Hay que ser realista, también para recordar que ante todo problema siempre hay opciones para empezar a resolver.

sin trabajo

Hay algunos hábitos positivos que podemos incorporar tanto en los primeros momentos como más adelante, porque cuanto más se entrenen más útiles serán:

  • 1.- Reflexiona y actúa. Piensa, pero sólo lo necesario, como forma de pasar a otra cosa. Tómate tu tiempo para analizar la situación, contempla todas las opciones posibles y una vez lo hayas hecho, ponte en marcha y actúa.

Si actúas sin pensar, la impulsividad te hará cometer más errores que si te tomas un tiempo prudencial para la reflexión. Pero si analizas demasiado la situación, te quedarás paralizado/a y perderás oportunidades. Ni des palos de ciego, ni pretendas tenerlo todo controlado para dar un paso.

  • 2.- Ten un horario establecido. Todos los días laborables, sin excepción, levántate a una hora razonable y dale a tu organismo unas horas determinadas de descanso (normalmente entre 7 y 9). Transcurridas esas horas, vístete y sal de casa o cumple con actividades programadas por ti.

Aunque lo único que hagas sea comprar el pan, dar un paseo o tareas domésticas, es muy importante mantener tu horario sincronizado con el de las personas “en activo”. Si no lo haces, es muy fácil entrar en una espiral de acostarte y levantarte tarde, pasar la mañana medio dormido y llegar a la tarde sintiendo que se te ha pasado otro día sin hacer nada. Si te activas, además, mejorará la imagen que tienes de ti mismo, y es importante primero creértela y después transmitirla a los demás.

  • 3.- Elabora una agenda de contactos. Coge papel y boli y empieza a escribir una lista con todos tus contactos; nombres, teléfonos y direcciones de correo electrónico. Un altísimo porcentaje de los trabajos o de las ideas para encaminar tu vida aparecen a través de un amigo o un conocido.

Cualquier interacción se puede convertir en una potencial oferta de trabajo. Esta faceta ocupa tanto espacio en nuestras vidas que es fácil que surja en las conversaciones. Además, como hay más gente buscando un empleo que ofertas, éstas se cubren antes por personas cercanas al puesto que por un anónimo que encuebtre el anuncio por casualidad.

(Continuará…)

 

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